lunes, 1 de noviembre de 2010

Vivimos en un mundo al revez.

Aquí se nos enseña:

A coronar con el titulo de “Amor” el más vil intercambio de intereses;
A desentendernos de nuestra acción más vil con solo confesarla ante un representante eclesiástico; A valorar la comodidad, la cobardía y el egoísmo como a los máximos logros, garantía de una vida plena;
A escapar de lo sencillo; A abandonarnos a la exhaustiva y vana labor de dar satisfacción a un millón de necesidades inventadas.
A agasajar en la cómoda fábula de niños, con solo comprometernos a discurrir cegados por la espectacularidad de la vida maquinal, a no preguntar más allá de lo ordinario... a ser hijos de lo establecido, resultados de la inercia cotidiana .

“¡Pobres gentes!, lloran cuando deben reír, ríen cuando deben llorar, así es la humanidad!...

(V. M. Samael Aun Weor)


Mas alusión, x :

- Si no viviéramos en una realidad al revez no aprenderíamos a atraer a nosotros lo no deseado...

- Si no viviéramos en una realidad al revez no caeríamos en el vicio de llamar “carácter fuerte” a esa trivialidad emocionada que quien no sabe manejarse a sí mismo.

- Si no viviéramos en una realidad al revez no anhelaríamos la “distracción” sino la “atención” como manera de vida...

21. La atención es el camino hacia la inmortalidad; la inatención es el sendero hacia la muerte. Los que están atentos no mueren; los inatentos son como si ya hubieran muerto.

26. El ignorante es indulgente con la in atención; el hombre sabio custodia la atención como el mayor tesoro.

(V. M. Samael Aun Weor)


“No hay ningún viento favorable para el que no sabe a que puerto se dirige”.

(Arthur Schopenhauer)


- Si no viviéramos en una realidad al revez no seria pues ya “maligno” aquí quien algo más está buscado...

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