El hombre es algo que debe ser superado.
¿Qué habéis Hecho para superarlo?
(“Así Habló Zaratustra” - F. Nietzsche.)
Vamos a fantasear por un instante con la religión, ¿no?:
Modificamos, (cual tentando..) el sentido de los elementos que forman el Génesis de la biblia, y ¿Qué tenemos?...
- ¡Sale!, que Adán y Eva ya no son una pareja de individuos, si no una humanidad. Él representa a las miles de almas encarnadas, entonces, en cuerpos masculinos. Y ella a las miles de estas encarnadas en cuerpos femeninos...
- El fruto prohibido ya no es mas una manzana, se ha convertido en “el sexo”, en si mismo, de tal forma que el pecado original termina siendo la fornicación, una vez que dicha raza hubo degenerado y caído por lo tanto en el sueño de la conciencia y sus sentidos internos.
- Luego el diablo no es una persona, es un energía cósmica dispersa en la creación, cuya embriaguez fatal sedujo a esa humanidad edénica haciéndola su esclava.
- El símbolo sagrado de la cruz haría entonces alusión a los misterios del sexo, a la conexión lingam-yoni, a la inserción del phalo en el útero que puede devolvernos la inmortalidad, la lucidez concientiva y las perdidas facultades.
mmm, interesante...
Ahora bien, aquí es donde debo parar y preguntar: ¿es toda religión solamente una patraña, o será que nuestros oídos solo no se han encontrado nunca a la altura de tener un real acceso a ella, en sí?...
“Tan solo encontrarás aquella verdad para la que estés preparad@”, nos ha sido dicho. ¿Suena cierto?... Opino yo que si.
“El vulgo toma habitualmente en todas las cosas, la sombra por la realidad.
Vuelve la espalda a la luz y se contempla en la sombra que él mismo proyecta”....
- Los libros sagrados, (La Biblia) cuyas claves son esencialmente cabalísticas, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, tomados al pie de la letra y comprendidos materialmente, no serían, como lo demostró perfectamente la escuela de Voltaire, más que un inconcebible tejido de absurdos y de escándalos...
- La inteligencia de los símbolos es siempre calumniadora. Por esto hay que guardarse bien de burlarse de cosas que se ignoran.
(Eliphas Levi)
Ofrecemos, en referencia, estas palabras del V.M. Samael Aun Weor:
Septiembre de 1977
Distinguidas damas, distinguidos caballeros, vamos a hacer breves comentarios sobre la magistral obra del señor presidente de la república, José López Portillo.
(quien es un boddhisattwa caído – iluminado reencarnado que hubo incurrido antes en faltas... - y que trae en esta existencia conocimiento esotérico.)
Incuestionablemente, el tema de la obra es trascendental, “Quetzalcoatl” merece ser reflexionado profundamente. Ante todo he de decir de forma enfática y con entera claridad, que Quetzalcoatl no es un mito. Incuestionablemente, Quetzalcoatl es el verbo, es la gran palabra, es el logos platónico, el demiurgo arquitecto del universo, el creador.
Cuando estudiamos a Quetzalcoatl descubrimos en él, el mismo drama cósmico de Jeshua Ben Pandira, Jesús el Cristo; Quetzalcoatl cargando la cruz a cuestas nos recuerda precisamente al mártir del calvario, así que en realidad Quetzalcoatl es el logos, es lo que es, es lo que ha sido y lo que siempre será, es la vida que palpita en cada átomo como en cada sol. (Ya que el cristo mismo no es un individuo en sí, es más bien un principio cósmico) Antes de que el universo existiera, ¡Quetzalcoatl existía!
No seria posible aceptar en modo alguno una mecánica sin mecánico, como supone la antropología materialista, nosotros debemos entender que detrás de toda mecánica tiene que haber principios inteligentes. Quetzalcoatl es unidad múltiple perfecta, es el cristo. Cuando estudiamos a Quetzalcoatl, no lo vamos a hacer desde un punto de vista literal. Debemos analizarlo juiciosamente a la luz de las más diversas teogonías. Quetzalcoatl que se expresa en todo lo que es, ha sido y será, es el fuego que radica en el núcleo universal.
Incuestionablemente, al obra de José López Portillo es formidable, diamantina, preciosa.
No podrían ser comprendidos los Quetzalcoatls, los Deucaliones, los Hermes Trismegistos, los Budas, sin conocerse previamente los misterios Crísticos. Quetzalcoatl, en realidad de verdad, es semilla de remotos lugares... Es espora de mundos desconocidos para la humanidad actual, es “germen vivo del superhombre”.
Quetzalcoatl, como principio inteligente, puede ligar el macrocosmos con el microcosmos dentro del corazón del hombre. El árbol del universo, incuestionablemente, es altamente simbólico; recordemos la “Erótica Griega”; no hay duda de que el cteis formal, utero femenino, debidamente conectado con el falo masculino, hacen cruz. Las cuatro puntas de la cruz son: La ciencia, la filosofía, el arte y la mística. Solamente mediante los misterios del lingam-yoni y pudenda, es posible conectar el alma con el espíritu, lo macrocósmico con lo microcósmico. En tanto nosotros ignoremos los misterios de los aztecas, los zapotecas, los toltecas, etc.,seria imposible lograr en nosotros realmente la fusión del espíritu con el alma. Los misterios del sexo, son trascendentes y están en la cruz. Los misterios del sexo fueron enseñados por nuestro señor Quetzalcoatl encarnado realmente, convertido en hombre vivo y no en un simple personaje histórico. El Cristo Cósmico, el Logos Platónico, el Demiurgo Griego, es unidad múltiple perfecta. Incuestionablemente, Quetzalcoatl, el Cristo, Es Inri; que analizado significa: I: Ignis N: Natura R: Renovatur I: integram. El fuego renueva incesantemente a la naturaleza. El fuego Quetzalcoatliano se encuentra en el centro de toda unidad cósmica que surge a la vida, en el centro de toda constelación viviente, en el centro de todo planeta, de todos los soles, por eso es que Quetzalcoatl no ha perecido, nunca perecerá; Existe antes de que el universo existiera y seguirá existiendo a través de la eternidad.
(Conferencia del V. M. Samael Aun Weor - México, 1977)
Ahora bien, aquí es donde debo parar y preguntar: ¿es toda religión solamente una patraña, o será que nuestros oídos solo no se han encontrado nunca a la altura de tener un real acceso a ella, en sí?...
“Tan solo encontrarás aquella verdad para la que estés preparad@”, nos ha sido dicho. ¿Suena cierto?... Opino yo que si.
“El vulgo toma habitualmente en todas las cosas, la sombra por la realidad.
Vuelve la espalda a la luz y se contempla en la sombra que él mismo proyecta”....
- Los libros sagrados, (La Biblia) cuyas claves son esencialmente cabalísticas, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, tomados al pie de la letra y comprendidos materialmente, no serían, como lo demostró perfectamente la escuela de Voltaire, más que un inconcebible tejido de absurdos y de escándalos...
- La inteligencia de los símbolos es siempre calumniadora. Por esto hay que guardarse bien de burlarse de cosas que se ignoran.
(Eliphas Levi)
Ofrecemos, en referencia, estas palabras del V.M. Samael Aun Weor:
Septiembre de 1977
Distinguidas damas, distinguidos caballeros, vamos a hacer breves comentarios sobre la magistral obra del señor presidente de la república, José López Portillo.
(quien es un boddhisattwa caído – iluminado reencarnado que hubo incurrido antes en faltas... - y que trae en esta existencia conocimiento esotérico.)
Incuestionablemente, el tema de la obra es trascendental, “Quetzalcoatl” merece ser reflexionado profundamente. Ante todo he de decir de forma enfática y con entera claridad, que Quetzalcoatl no es un mito. Incuestionablemente, Quetzalcoatl es el verbo, es la gran palabra, es el logos platónico, el demiurgo arquitecto del universo, el creador.
Cuando estudiamos a Quetzalcoatl descubrimos en él, el mismo drama cósmico de Jeshua Ben Pandira, Jesús el Cristo; Quetzalcoatl cargando la cruz a cuestas nos recuerda precisamente al mártir del calvario, así que en realidad Quetzalcoatl es el logos, es lo que es, es lo que ha sido y lo que siempre será, es la vida que palpita en cada átomo como en cada sol. (Ya que el cristo mismo no es un individuo en sí, es más bien un principio cósmico) Antes de que el universo existiera, ¡Quetzalcoatl existía!
No seria posible aceptar en modo alguno una mecánica sin mecánico, como supone la antropología materialista, nosotros debemos entender que detrás de toda mecánica tiene que haber principios inteligentes. Quetzalcoatl es unidad múltiple perfecta, es el cristo. Cuando estudiamos a Quetzalcoatl, no lo vamos a hacer desde un punto de vista literal. Debemos analizarlo juiciosamente a la luz de las más diversas teogonías. Quetzalcoatl que se expresa en todo lo que es, ha sido y será, es el fuego que radica en el núcleo universal.
Incuestionablemente, al obra de José López Portillo es formidable, diamantina, preciosa.
No podrían ser comprendidos los Quetzalcoatls, los Deucaliones, los Hermes Trismegistos, los Budas, sin conocerse previamente los misterios Crísticos. Quetzalcoatl, en realidad de verdad, es semilla de remotos lugares... Es espora de mundos desconocidos para la humanidad actual, es “germen vivo del superhombre”.
Quetzalcoatl, como principio inteligente, puede ligar el macrocosmos con el microcosmos dentro del corazón del hombre. El árbol del universo, incuestionablemente, es altamente simbólico; recordemos la “Erótica Griega”; no hay duda de que el cteis formal, utero femenino, debidamente conectado con el falo masculino, hacen cruz. Las cuatro puntas de la cruz son: La ciencia, la filosofía, el arte y la mística. Solamente mediante los misterios del lingam-yoni y pudenda, es posible conectar el alma con el espíritu, lo macrocósmico con lo microcósmico. En tanto nosotros ignoremos los misterios de los aztecas, los zapotecas, los toltecas, etc.,seria imposible lograr en nosotros realmente la fusión del espíritu con el alma. Los misterios del sexo, son trascendentes y están en la cruz. Los misterios del sexo fueron enseñados por nuestro señor Quetzalcoatl encarnado realmente, convertido en hombre vivo y no en un simple personaje histórico. El Cristo Cósmico, el Logos Platónico, el Demiurgo Griego, es unidad múltiple perfecta. Incuestionablemente, Quetzalcoatl, el Cristo, Es Inri; que analizado significa: I: Ignis N: Natura R: Renovatur I: integram. El fuego renueva incesantemente a la naturaleza. El fuego Quetzalcoatliano se encuentra en el centro de toda unidad cósmica que surge a la vida, en el centro de toda constelación viviente, en el centro de todo planeta, de todos los soles, por eso es que Quetzalcoatl no ha perecido, nunca perecerá; Existe antes de que el universo existiera y seguirá existiendo a través de la eternidad.
(Conferencia del V. M. Samael Aun Weor - México, 1977)
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