Viajar entre el tiempo, tener el poder de levitar, control sobre los elementos naturales, facultades tales como la telepatía, intuición, clarividencia, etc.
De niña alguna vez, quizá lo imaginaste. ¿Fue así?... Lo fenomenal que sería poder hacer algo tan inusitado como esto...
El mundo te dijo que era imposible y lo olvidaste.
Y bueno, ahora ya estas algo más grande.
Sabes hoy hasta que punto pueden ser acertadas las viejas cátedras de la sabiduría popular...por ejemplo.
Es claro que puedes tener una segunda alternativa para manipular el tema, ¿no? si es que tú deseas tomarla.
Solo que ahora, ya a través de esos recursos perceptivos que reuniste de entre el tiempo. (intuitivos, racionales y de toda índole.)
(“Fatalidad”, “Duplicidad”, Azogue “Poder”; nuestra siguiente trilogía de entradas...)
La invertida realidad a que es expuesta nuestra sensitividad sumida en la creencia colectiva, es el pardo túnel mismo en cuyo fondo arde la luz de lo real, es su habitáculo; basamento incorruptible de ésta alba del vació interno. Lo peor del desagüe mental no es ser ya flujo a su abismo, si no la incapacidad monstruosa nuestra, dentro, para ahogarle o potenciarle. Quedamos pues ahora en mitad de éste túnel bipolar; percibiendo solo luz negra y la nada...
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